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La casa
soñada |
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Una serie
de objetos e intervenciones |
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"Estoy
construyendo la casa de mis sueños..." |
Gasworks
(Open studio) |
2000 |
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Instalación
desarrollada durante un período de residencia en Gasworks
en Londres. |
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Introducción |
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La
poderosa, fundamental pero ilógica creencia en la
posibilidad de "ganar a lo grande" constituye
el cimiento de esta obra. La estructura, las reglas y los
enseres de la lotería sirven como un vehículo
que facilita ver dentro del mecanismo a través del
cual una persona va inventando sus propias reglas y condiciones.
El sistema parecería controlar el destino, determinando
si uno podría escapar, ó no, a su situación
dada o estatus, entonces el acto de apropiar y recrear a
medida este sistema tiene algo de rebelión, de creatividad
y de evasión. La casa de los sueños es una
metáfora moldeable, y la manera simple, obsesiva
y repetitiva de hacer las obras es un eco sarcástico
del valor que la sociedad deposita en características
como empecinada consistencia y conformidad obstinada, con
su acompañante promesa de un eventual premio virtual.
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La
casa soñada
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Contemporáneo
I |
Curador
Andrés Duprat |
Malba
- Colección Costantini |
2002 |
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Introducción
de Andrés Duprat |
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Operar
en un espacio como el que el Malba propone al arte contemporáneo
implica en principio cierta coherencia interna en el conjunto
de las obras presentadas debido a la complejidad y al carácter
visual del propio espacio arquitectónico. En ese sentido la
elección de dos artistas como Esteban Alvarez y Tamara Stuby
es pertinente en tanto existe en su producción un diálogo
y una discusión constantes tanto en el campo conceptual como
en el modo de materializar sus obras.
Ambos artistas proceden de manera similar. A partir de la
manipulación de elementos cotidianos como botellas de plástico,
ropa vieja, folletos comerciales, elementos de oficina, etc,
operan cambios, transforman, suman, asocian, articulan, rompen,
cortan, combinan y trastocan al punto de crear nuevos objetos,
que, por otro lado, también provienen del mundo cotidiano
como una nube, máscaras de oxígeno o una pila de ladrillos.
De esta manera los artistas producen una alquimia deliberadamente
póvera, que logra no sólo nuevos usos, sino también nuevos
sentidos. La presencia del proceso no es para escapar a la
ausencia del contenido, ni busca convertirse en él. Que el
proceso comparta protagonismo con el resultado final, delata
una valoración de la actividad artística en sí misma. Estas
transformaciones, en las que los artistas dejan que leamos
su punto de partida, evidenciando el artificio, no poseen
inocencia alguna sino más bien una fuerte carga de ironía
y una cruda referencia a la realidad Argentina.
"Estas obras están íntimamente relacionadas en su razón de
ser; una reflexión sobre la intensidad y fe en poder encontrar,
o más bien crear, la manera de salvarse con lo que hay a mano.
En esta parte medular, impulsada por la necesidad de inventar
una salida, hay una poesía interna. La poesía que responde
donde la razón inevitablemente falla. El coqueteo con la lógica
es como jugar con un peligro mortal." [...]
Tres partes componen La casa soñada de Tamara Stuby. Por una
parte una serie de proyectos y ensayos de una casa en el sentido
más amplio y genérico de la palabra. Sobre una mesa de trabajo
un plano sobre un mapa. La casa sobre la casa. Una serie de
dibujos que superponen dos sistemas de organización gráfica:
el plano y el mapa. Una casa imposible generada a partir de
puntos trascendentes en el devenir de la vida, una hipertrama
que une Buenos Aires con Johannesburgo, Nueva York, o Moscú,
pero que además une anhelos con historias ya vividas. Un proyecto
utópico que trata de concretar el deseo del hogar en el territorio
de los sueños. Un hogar hecho de traslados, un hogar que ya
no significa cobijo sino movimiento.
Por otra parte unos asientos invadidos por cientos de pinchapapeles
con imágenes de artefactos para el hogar, recortados de los
folletos de propaganda de las grandes tiendas, aluden y confrontan
la idea de lo provisorio con la ilusión de permanencia dada
por la aspiración burguesa del confort.
La obra se completa con una pila de ladrillos construidos
con retazos regulares de ropa usada de la artista, como un
recurso alternativo y a la vez nostálgico y poético de concretar
la casa soñada. Un gesto vano de construir con la propia vestimenta,
de equiparar la morada a lo que llevamos puesto, en un sentido
superlativo del nomadismo. La vestimenta como morada primaria.
[...]
En todo el conjunto de obras, Alvarez y Stuby intentan subvertir
un orden establecido, tanto en cuanto a la alteración de la
esencia de los objetos utilizados como al concepto que los
nuevos objetos sugieren. Potenciando de esta manera los restos,
no como despojos sino como lo último que nos queda, lo absolutamente
esencial, lo irreductible. Así, la potencialidad constructiva
de los mampuestos de tela, los múltiples diseños de aproximación
a la casa soñada, las hipótesis de supervivencia de un año
de aire, la críptica o aleatoria disposición de los cubos
y las infinitas posibilidades exhibidas en el video, sugieren,
en el universo de estos artistas, una posibilidad de supervivencia
o salvación. Una salida.
Convertir lo inútil en útil poniendo en crisis el concepto
de autoridad, de regla, de jerarquía, de lo establecido, parece
ser una de las claves de su obra.
Andrés Duprat
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La casa
soñada |
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3
Semana del arte - Rosario |
2007 |
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Intervención
en el espacio público en el contexto del evento 3ª
Semana del arte - Rosario. En un lote vacío ubicado
al lado del Monumento a la bandera, un dibujo isométrico
de una casa se realizó en tamaño natural empleando
andamios. |
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Introducción |
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Hay un
momento en el cual las casas nos muestran sus interiores:
o antes o después de estar construidas. Una casa en ese estado
se incorpora al flujo de las transformaciones continuas de
la ciudad, con cambios tan rápidos que dificultan recordar
lo que había antes, pero a la vez tan lentos que imposibilitan
determinar el preciso momento en que todo cambió tanto. Como
tantas otras, esta casa se ofrece a cualquier transeúnte como
soporte, para la memoria o la ensoñación. |
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